La entrada en vigor la nueva Ley de Crédito Inmobiliario (conocida como ley hipotecaria), introdujo una serie de cambios en el proceso de contratación de los créditos para vivienda. Compradores, bancos y notarios son los principales afectados por las modificaciones.
La nueva ley es aplicable a contratos de préstamos hipotecarios cuyo prestatario, fiador o garante sea persona física y la hipoteca recaiga sobre inmuebles de uso residencial. También cuando la finalidad del préstamo sea adquirir o conservar derechos de propiedad sobre terrenos o inmuebles construidos o por construir siempre y cuando el prestatario, el fiador o garante sea un consumidor.
Nuestros objetivos:
- Garantizar la protección de los consumidores a la hora de rubricar un préstamo de estas características con su banco.
- Asegurar que los clientes entienden los contratos firmados y no se exponen a cláusulas abusivas como las que tuvieron que asumir por gastos de formalización, intereses de demora o las archiconocidas cláusulas suelo.
- Verificar que no existe obligación de contratar otros productos unidos al préstamo, imputación indebida de impuestos o comisiones incorrectas.
- Acompañar al cliente y velar por el que cumplimiento del nuevo protocolo de información notarial previo a la escritura.